El pasado 1 de marzo el que fuera Vicepresidente Primero del Gobierno y Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el Ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, firmaron un acuerdo de colaboración para prevenir los accidentes de tráfico relacionados con el trabajo, tanto los que tienen lugar al ir o al volver del trabajo, los denominados “accidentes in itinere”, como los que ocurren durante la jornada laboral, “accidentes en misión”.
La firma de este convenio ha sido continuación del Real Decreto 404/2010 de 31 de marzo, que regula el establecimiento de un sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que contribuyan a disminuir y prevenir la siniestralidad laboral. Además de los requisitos necesarios que se contemplan en este Real Decreto, es necesario que las empresas interesadas acrediten una serie de acciones, entre las que se incluye la puesta en marcha de un Plan de movilidad laboral.
Al hilo de esto, hoy publico el trabajo de una colaboradora sobre los Riesgos Laborales asociados al Transporte. En esta ocasión, Pilar Olaya, nos presenta un informe muy completo sobre los accidentes laborales. Agradecerle su infinita "paciencia con mi impaciencia".
El informe dice así:
Los refranes son sabios, los hay para casi todos los aspectos de la vida de las personas, en el aspecto de los riesgos asociados al trabajo no podía ser menos: “mas vale prevenir que curar”.
Si bien, en España, no hemos sabido aplicarlo adecuadamente, porque las estadísticas nos colocan a la cabeza en siniestrabilidad laboral dentro de los países de nuestro entorno. En los últimos años para paliar esta situación las autoridades han promulgado leyes para proteger nuestra salud en el ámbito laboral.
Hemos de cambiar la concepción de accidente como hecho azaroso, proveniente del destino, inevitable, sino por un concepto más adecuado a la realidad, como hecho predecible, se sabe cómo, cuando y donde se producen, por lo tanto con las medidas adecuadas, evitables.
El sector del transporte profesional presenta un perfil de siniestrabilidad laboral muy acusado, incluso si lo comparamos con sectores socialmente considerados como peligrosos, como la construcción, la pesca y la minería.
Una gran mayoría son conductores de furgonetas de menos de 3.500 kg. Se trata de un sector desregulado, con deficiencias profundas en la formación, sometido a una competencia salvaje y sin verdaderas estructuras empresariales. Están excluidos del aparato de control para los tiempos de conducción y descanso, limitadores de velocidad y una gran mayoría son trabajadores autónomos. La desregulación del sector genera inseguridad. En cambio, el subsector del transporte de viajeros presenta unas cifras que vienen a demostrar la relación entre mayor regulación y mayor seguridad.
La Ley 31/1995 del 8 de noviembre para la Prevención de Riesgos Laborales (PRL) tiene por objeto promover la seguridad y salud de los trabajadores y el desarrollo para la prevención de riesgos derivados del trabajo.
Para comprender mejor los principios de dicha Ley, conviene aclarar algunos conceptos básicos:
· Prevención: conjunto de técnicas, actividades o medidas adoptadas o previstas en todas las fases de la actividad de la empresa con el fin de disminuir los riesgos derivados del trabajo.
· Riesgo laboral: posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño derivado del trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valoraran conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo.
· Daños derivados del trabajo: las enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
· Enfermedades profesionales: las contraídas a consecuencia de un trabajo ejecutado por cuenta ajena, en las actividades especificadas por la ley y que procedan de la acción de elementos o sustancias que en la misma ley se indican para cada enfermedad profesional.
· Accidente de trabajo: lesión que el trabajador sufre con ocasión o como consecuencia de un trabajo realizado por cuenta ajena.
· Condición de trabajo: cualquier característica del mismo que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador.
· Equipos de protección individual: cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que les proteja de uno o varios riesgos que pueden amenazar su seguridad y su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Ampliaremos un poco más el concepto de accidente.
Para que tenga tal consideración debe cumplir que:
· Que el trabajador sufra una lesión física, psíquica o psicológica.
· Que ejecute un trabajo por cuenta ajena (no incluye a los autónomos).
· Que exista una relación directa entre trabajo y lesión.
La lesión por sí sola no constituye un accidente laboral.
¿Qué supuestos se consideran accidentes laborales?
· Los producidos con ocasión de las tareas realizada, aunque no sean las habituales, es decir, las encomendadas por el empresario o las motu propio, siempre que sean para beneficio de la empresa, aunque no pertenezcan a nuestra categoría profesional. (Art 115.2 c LGSS).
· Los producidos en lugar y tiempo del trabajo. (Art 115.3 LGSS).
· Accidentes in itinere: es decir al ir o volver del trabajo. (Art 115.2 d LGSS).
Sin embargo existen condiciones para que se considere in itinere:
- Intencional: la causa del desplazamiento debe ser por trabajo, con caben interrupciones por motivos personales.
- Cronológico: en tiempo próximo a la salida o llegada del trabajo.
- Topográfico: el trayecto debe ser el usualmente utilizado.
- Modal o mecánico: el medio de transporte debe ser racional y adecuado.
· Accidente in misión: son los sufridos por el trabajador en el trayecto del cumplimiento de su misión, así como el acaecido dentro de la jornada laboral.
Los riesgos laborales son la posibilidad de que un trabajador sufra determinado accidente como consecuencia de su actividad laboral.
La prevención intenta anticiparse a la probabilidad de que pueda ocurrir o a paliar sus consecuencias una vez que se producido.
Por lo tanto la Ley de Prevención de Riesgos Laborales implica tanto a los trabajadores como a los empresarios en obligaciones y derechos.
OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO DE UNA EMPRESA DE TRANSPORTE.
· Identificar los riesgos y evaluarlos.
· Organizar los recursos, medios materiales y humanos para prevenirlos.
· Organizar una adecuada política de prevención.
· Formar e informar a los trabajadores.
· Vigilar la salud de los trabajadores.
· Conservar la documentación que establece la Ley.
· Proteger a los trabajadores más sensibles de determinados riesgos (embarazadas, jóvenes, etc.).
· Dar las mismas coberturas tanto a trabajadores a tiempo parcial o temporal que a los fijos.
· Exigir a los conductores que se atengan a las disposiciones en materia de seguridad vial.
· Realizar campañas para intentar desarrollar actitudes responsables en los conductores.
· Elaborar mapas de riesgo en los recorridos.
· Invertir en vehículos de última generación, con diseños ergonómicos y hacer un mantenimiento correcto, inspecciones y reparaciones. Recordar que no tener actualizada la Inspección Técnica de Vehículos puede dar lugar, a que, en caso de accidente el seguro no cubra las contingencias de la póliza.
· Los técnicos en prevención deberán recibir formación en materia de seguridad vial.
· Adecuar y programar los horarios de los conductores de forma que estos puedan cumplir con las disposiciones relativas a la materia.
· Mejorar la organización del trabajo para lograr una buena estructuración del trabajo nocturno y por turnos.
· Dotar a los trabajadores de los adecuados equipos de protección individual, de acuerdo al riesgo asociado al puesto de trabajo desarrollado.
OBLIGACIONES DEL TRABAJADOR.
· Colaborar con su formación.
· Usar adecuadamente la maquinaria y los vehículos, poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en la formación de prevención de riesgos laborales.
· Emplear correctamente los equipos de protección individual.
· De informar inmediatamente al personal especializado de cualquier
· Riesgo para la salud.
· De cooperar con el empresario en cuantas acciones preventivas se planifiquen.
· De acudir a su puesto en adecuadas condiciones físicas, psíquicas y de higiene.
DERECHOS DEL TRABAJADOR:
· A recibir la formación adecuada, tanto teórica como práctica.
· A ser informado de los riesgo asociados a su puesto de trabajo.
· A paralizar el trabajo si existe riesgo inminente o grave.
· A la vigilancia de sus salud.
· A participar activamente en la prevención de riesgos laborales.
· A una retribución adecuada a las horas trabajadas y categoría profesional.
· A un control sindical solido como ayuda para el control de los riesgos laborales.
Los trabajadores en el sector del transporte realizan una serie de actividades variadas y diferencias, según se trate de transporte de mercancías o de viajeros, si bien, existen una serie de riesgos comunes a los dos, tal y como se detectan en las evaluaciones de riesgos de las empresas.
Estos riesgos comunes podríamos resumirlos en los siguientes:
· Los accidentes de tráfico.
· El stress laboral.
· La carga física.
· Otras enfermedades no traumáticas o problemas de salud.
LOS ACCIDENTES DE TRÁFICO.
¿Que es un accidente de tráfico?
Podríamos definir como accidente de tráfico el suceso eventual que tiene su origen en una vía objeto de la Ley de Trafico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, en el que interviene al menos un vehículo en movimiento y como resultado del mismo se producen victimas, entendiendo como víctimas, muertos o heridos o bien daños a las cosas.
Y distinguiríamos entre:
- Accidentes mortales: cuando hay por lo menos un fallecido en el acto o en las 24 horas posteriores.
Sin embargo cara las frías estadísticas, se considera muerto por accidente de tráfico, el fallecido en los 30 días posteriores, aunque el accidente no haya sido mortal.
En los accidentes de tráfico intervienen tres factores principalmente, íntimamente relacionados entre sí.
- Factor humano, presente en el 90 % de los accidentes.
- Factor vía, presente entre el 10% y el 30%.
- Factor vehículo, presente entre el 4% y el 10%.
Evitando los factores de riesgo, disminuimos la posibilidad de sufrir un accidente de tráfico.
¿Qué son los factores de riesgo?
Los factores de riesgo hacen referencia a circunstancias o condiciones bajo los cuales la probabilidad de sufrir un accidente se incrementa sensiblemente.
La conducción tiene asociado un determinado nivel de riesgo que en circunstancias normales no suele ser elevado. Sin embargo, bajo la influencia de estos factores de riesgo, es cuando la probabilidad de sufrir un accidente alcanza magnitudes considerables.
A pesar de que muchos son los estudios que demuestran la clara relación entre los factores de riesgo y la accidentalidad, muchos conductores desatienden con frecuencia las normas y consejos sobre ellos, exponiéndose voluntariamente a condiciones peligrosas. Las explicaciones que se encuentran en este tipo de comportamientos van desde el desconocimiento de los peligros por falta de formación en seguridad vial hasta una resistencia psicológica a cambiar ciertos hábitos instalados en las personas.
Los principales factores de riesgo presentes en los accidentes de tráfico podríamos enumerarlos como:
· Velocidad inadecuada.
· Distracciones.
· Consumo de alcohol o drogas.
· Fatiga física y/o mental.
· Sueño.
· Algunos medicamentos, tales como antihistamínicos, antidepresivos, sedantes, hipnóticos….
· Las enfermedades.
· Las alteraciones emocionales, tales como estrés, ansiedad, depresión…
El tema es amplísimo, por lo que se tratara adecuadamente en otra entrada del blog, únicamente y a modo de recordatorio diré que:
El alcohol está implicado en el 30% de los accidentes de tráfico. Pero no solo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico de las lesiones sufridas.
Recordar que la tasa máxima de alcohol para el conductor profesional es de 0,15 miligramos por litro de aire espirado, pero que la única tasa segura es 0,0.
Las drogas están presentes en un 10% de los accidentes, afectan al sistema nervioso central alterando gravemente el estado psicofísico del conductor.
La fatiga incide especialmente en los conductores profesionales, y depende de dos factores fundamentales, la fatiga física por sobrecargas musculares (misma postura en un tiempo prolongado) y la fatiga mental por un estado de alerta constante.
Para evitar la fatiga, cumpla escrupulosamente los tiempos de conducción y descanso, si su vehículo, o bien su servicio no está sometido al Reglamento 561/2006, haga las suficientes pausas a la conducción, siendo recomendable descansar cada 2 horas.
Planifique adecuadamente su servicio y utilice ropas cómodas.
Hidrátese adecuadamente.
La mayor parte de los accidentes por fatiga se producen entre las 3 y las 5 de la mañana, los turnos de 12 horas incrementan los accidentes por esta causa en un 15%.
Consulte el prospecto de las medicaciones que deba de tomar, infórmese de las posibles contraindicaciones a la hora de conducir.
Intente mantener una adecuada higiene del sueño, siguiendo horarios habituales a la hora de acostarse y levantarse.
Si se siente cansado al levantarse, a pesar de haber dormido suficientes horas, asegúrese de no padecer apnea obstructiva del sueño. Muchos conductores ignoran que padecen esta enfermedad, multiplicando por siete la posibilidad de padecer un accidente por quedarse dormido al volante.
STRESS LABORAL.
Factor de riesgo en los accidentes, merece un capítulo aparte por ser un mal común en los ciudadanos en general y en los conductores profesionales en particular.
¿Qué es el stress?
Denominado el mal de las sociedades avanzadas, es un proceso psicológico que se origina a una determinada persona que se le presenta una fuerte exigencia para la que no tiene una respuesta clara y adecuada. Si esta demanda la pudiéramos resolver inmediata y eficazmente, el proceso finalizaría con éxito, no produciéndose las alteraciones asociadas al estrés. En caso contrario el sujeto responderá poniendo en marcha un mecanismo de emergencia general, cuya finalidad es preparar al organismo para una situación problemática, que en ocasiones puede durar bastante tiempo.
En sí mismo no es algo negativo, forma parte de los mecanismos del que dispone nuestro organismo para adaptarse al ambiente, el problema sobreviene cuando el stress alcanza una intensidad elevada o se prolonga en el tiempo.
Las principales causas de stress en conductores profesionales son:
· Adaptación a los horarios de trabajo, cambios de turno lo que puede ocasionar trastornos del sueño, fatiga y dificultad de relaciones personales, por trabajar fines de semana, dormir fuera del domicilio, adaptación a comidas y alojamientos desconocidos, conllevando malos hábitos alimentarios.
· Trato con el público: sobre todo en el transporte de viajeros, en zonas urbanas, estos problemas se multiplican, riesgos de agresiones al conductor, culpa del trafico al conductor, convivencia con otros vehículos en entornos altamente estresantes.
· Accidentes: como se ha comentado al inicio, el transporte está ocupando el primer puesto en las listas de fallecimientos acaecidos en el trabajo, superando incluso a la construcción. Stress post traumático en el post accidente.
· Aislamiento: sobre todo en el transporte de mercancías en carretera, el contacto con otras personas en prácticamente nulo, riesgo de distracciones por aburrimiento, también existe el riesgo de atraco sobre todo en mercancías valiosas.
· Métodos de trabajo: por expectativas del empresario y necesidad económica de los trabajadores, así como ciertas modalidades de remuneración, fuerzan a los conductores a prestar servicio un número de horas excesivas y en ocasiones manipulaciones del aparato de control del vehículo.
Se recomienda para paliar los efectos del stress utilizar técnicas de relajación, estableciendo una rutina de ejercicios suaves tales como caminar o hacer estiramientos.
El deporte es un excelente antídoto contra el stress.
Podemos solicitar una sencilla tabla de ejercicios para la relajación, no nos llevara más de 5 ó 10 minutos. Para ello solo hay que tener ganas.
Las lesiones pueden ser muy variadas y con orígenes diversos tales como:
· Cargas con pesos superiores a lo aconsejado, produciendo lesiones en la espalda, lumbalgias.
· Manejo inadecuado de las cargas, aunque no sean de peso excesivo.
· Diseño inadecuado de los elementos de conducción. Falta de ergonomía.
· Lesiones por aplastamiento o golpes producidos por herramientas mal utilizadas.
· Caídas al subir o bajar de los vehículos.
· Lesiones por agresiones de los usuarios, peatones u otros conductores, así como lesiones por atracos.
Siempre que sea posible intentaremos mover o elevar los objetos o bultos pesados mediante elementos mecánicos auxiliares tales como carretillas, transpaletas, etc.
En este tipo de cargas habrá que recibir una formación específica adecuada.
En las cargas de bultos de forma manual:
Planificar el recorrido y despejar de obstáculos.
Mantener los pies separados unos 50 cm, bajar doblando la cadera y rodillas, nunca la espalda.
Mantener la carga lo más pegada al cuerpo posible.
No sobrepasar los 25 kg en los hombres y 15 kg en las mujeres.
No se recomienda más de 5kg si permanecemos sentados.
· Accidentes no traumáticos: se trata de enfermedades con comienzo o recrudecimiento repentino, en su mayoría enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares (infartos, ictus...)
· Enfermedades profesionales: para que sean consideradas enfermedades profesionales deben estar expresamente reconocidas por las autoridades sanitarias y constar en un catalogo que apruebe tal extremo. Algunas enfermedades recogidas como profesionales en el sector del transporte podrían ser, la sordera, la parálisis del nervio radial, bursitis y otras enfermedades asociadas a la manipulación de sustancias como el cloro, los plaguicidas, etc.
· Deficiencias nutricionales: por jornadas de trabajo con comidas rápidas y fuera del domicilio. Estas deficiencias nutricionales pueden agravar otras patologías o provocar enfermedades.
· Consumo de alcohol y drogas: conllevado alteraciones psicofísicas del conductor, déficit de su capacidad de atención, aumento de su tiempo de reacción, alteraciones visuales, capacidad de reacción mermada. Todavía hay, lamentablemente, un alto número de conductores que beben habitualmente o consumen sustancias para “aguantar las horas de volante”.
El tema de la prevención de los riesgos laborales en los conductores es un tema amplísimo, he tratado de dar una pincelada sobre ello, dando a conocer algunos términos relacionados y principales riesgos comunes asociados al transporte.
Podríamos decir que una adecuada política de prevención de riesgos laborales en el sector del transporte podría estratificarse en diferentes actuaciones:
· Formación: sin duda la piedra angular de la prevención. La sensibilización y la educación son lo más importantes, elaborar elementos formativos, campañas, cursos, formación desde edades tempranas que inculquen valores positivos relacionados con la conducción y con el trabajo en sí.
· Normativa: un esfuerzo normativo con limitación de velocidad, controles de alcoholemia, drogas, etc.
· Vigilancia: un control efectivo de los aspectos de la circulación, con actividad policial y video-vigilancia y lógicamente también la vigilancia del cumplimento de las empresas de sus planes de prevención, salud e higiene.
· Diseño de los vehículos, estudiar las variables biomecánicas permite un diseño con mejores medidas de seguridad.
· Adecuación de la red viaria, con estudio de puntos negros, mejora de recursos en este sentido.
· Control del parque de vehículos, exigiendo condiciones de seguridad en ellos.
El conjunto de todo ello, sin duda, conllevara una reducción de los accidentes en el entorno laboral, una relación positiva entre trabajo y salud, favoreciendo con ello el desarrollo personal y la consecución de objetivos tanto por parte de los conductores como de las empresas.
Autora
Pilar Olaya
Formadora CAP en Logística, Transporte.
Formadora CAP en Conducción Eficiente.
Experta en Seguridad Vial.
ENHORABUENA, UN TRABAJO MUY BUENO. ASI ES COMO SE TRABAJA PARA DIGNIFICAR LA ENSEÑANZA EN EL SECTOR DE LA CONDUCCION. FELICIDADES POR EL TRABAJO
ResponderEliminarLa tan ansiada Seguridad Vial Laboral... a ver si de una vez por todas comenzamos a reflejar en las diligencias ese dato tan importante, no debemos olvidar que de los actes. in - itinere y en mision se sulen derivar muchas compensaciones económicas por la vía civil.
ResponderEliminarExcelente articulo
ResponderEliminarMuy bien continua asi
Felicidades.
Felicidades Olaya, excelente trabajo.
ResponderEliminarMuchas felicidades Pilar, un trabajo muy bien documentado. Por cierto ¿podrias decirnos algo sobre el miedo de algunas personas a conducir?
ResponderEliminarGracias
Rafael
Estimado Rafael.
ResponderEliminarDeberíamos diferenciar tres conceptos:
- Respeto, que todos debemos o deberíamos tener ante la conducción de un vehículo.
- Miedo racional, totalmente lógico, a lo desconocido del conductor inexperto, y
- Miedo irracional o fobia a conducir, denominada técnicamente "amaxofobia".
La amaxofobia es un transtorno de la conducta que contrariamente a lo que se podría pensar afecta mayoritariamente a conductores con experiencia.
Estudios del Instituto Mapfre de Seguridad Vial avalan cifras del 33% de los conductores, cifra nada despreciable, de los cuales el 64% son mujeres y el 36% varones, mayoritariamente en el tramo de edad de 30 a 40 años.
En el ámbito de la conducción profesional todavía no hay estudios definitivos sobre el porcentaje de afectados, pero esto no quiere decir que no exista.
Las principales causas que pueden desencadenar este transtorno se resumen en tres principales:
- Aparición de crisis de pánico durante la conducción, sin que aparentemente haya motivo alguno,y digo aparentemente, ya que sí que lo hay. El pánico se asocia a la actividad de conducir y se trata de evitar consiguiendo así un refuerzo negativo. Huida-evitación.
- TEPT (transtorno de estrés post traumatico) generalmente después de un accidente, presenciado o sufrido.
- Deficiente preparacion en un conductor novel, agravado por un entorno familiar altamente exigiente que mina su autoestima. Este no obstante es el desencadenante menos frecuente y de mas fácil solución.
En todos los casos, sea el desencadenante el que sea, se necesita ayuda de profesores de formación vial esoecializados en técnicas terapeuticas enfocadas a reducir las respuestas de ansiedad extrema del paciente y eliminar las conductas de evitación.
Espero haberle ayudado.
Un saludo y muchas gracias.
Gracias Olaya, parece que le gusta mas que Pilar, por sus aclaraciones. Desde ahora entiendo algo mas la condcuta de un conocido al volante
ResponderEliminarUn coridal saludo
Rafael
Impresionante lo que se aprende con estos profesionales.
ResponderEliminarMe quedo con la palabra amaxofobia
Saludos
Que suerte tenemos de poder leer estos articulos....que no se aprenden hechando diez horas al volante.
ResponderEliminarSaludos
exelente trabajo muy útil gracias
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